Candia Garibay, directora de Inspirah Pilates, recoge su experiencia como asistente a un taller impartido por Moti Nativ sobre Feldenkrais y Artes Marciales, que tuvo lugar en Ciudad de México en mayo de 2010.
En este artículo, titulado «Shihan Motiv y la Conciencia del Guerrero», la autora nos sitúa en un escenario que nos resulta familiar a aquellos que practicamos sesiones de Autoconciencia a través del Movimiento®, modalidad grupal de la práctica de Feldenkrais. Habitualmente el nombre con el que se designan a estas sesiones grupales es ATM, abreviatura de Awareness Through Movement®.
La manera de abordar la «sinergia entre Feldenkrais y artes marciales» en este taller fue a través una sesión ATM, que como es habitual, se inicia tumbado en el suelo para que la persona puede enfocar la atención en los puntos de apoyo de las distintas partes del cuerpo.
En las clases de Feldenkrais a las que asisto la profesora nos sugiere por ejemplo que comparemos un lado del cuerpo con otro, sintiendo si uno lado pesa más que otro o que comparemos la longitud de un brazo con otro, de una pierna con otra, etc.
Cuando leí este artículo tuve la impresión de que quienes practican ATM tienen sensaciones análogas a las que experimento yo en mis clases, sobretodo en lo que se refiere a los cambios en los apoyos respecto al suelo teniendo como referencia la sensación inicial de estar tumbados boca arriba en el suelo.
Los breves descansos que se hacen entre las progresiones de movimientos resultan absolutamente reveladoras de cómo cambian los apoyos. En mi caso particular los cambios de apoyos se hacen mucho más patentse cuando el enfoque de la sesión incluye torsiones y largamiento/acortamiento de los costados, como si se eliminaran ciertos bloqueos y tensiones a nivel interno, a nivel somático.
Me encanta la manera en que se enfocan las torsiones en Feldenkrais, se abordan de un modo más natural, buscando dinamismo, fluidez y elegancia, como si los brazos fueran las aspas de un molino. Y todo esto ocurre bajo la atenta mirada interior que se enfoca en el trazo que deja el movimiento o en cómo se van implicando distintas partes del cuerpo en dicho movimiento.
El Método Feldenkrais® brinda además la posibilidad de explorar distintas alternativas. Se puede variar la pauta en la respiración o bien la amplitud o la rapidez del movimiento. Siempre conviene realizar pequeñas pausas en el punto neutro, al inicio y al final para asegurarse que la mirada, la mente y el movimiento van al unísono.
Se puede jugar a crear el mismo movimiento por distintas rutas. Por ejemplo, se puede promover a través de empujes o palancas contra el suelo o bien abordarlo como un movimiento que se inicia en un extremo y se va propagando.
Al ver como se enlazan los movimientos para pasar de estar tumbados a sentados y de sentados a de pie y viceversa, el cuerpo va aprendiendo por sí solo a buscar ese camino fácil, fluído y natural.
Para profundizar más en este trabajo de aplicación de las ATM a las artes marciales os recomiendo leer el artículo de Candia Garibay, que me han servido de base para estas reflexiones.
El artículo en pdf se puede acceder en el blog de Inspirah Pilates o clicando en el siguiente link:
Educacion Somática en Español 